Décimo discurso de Navidad Felipe VI. Este año ha encajado su mensaje en un momento de altísima polarización política, con una cámara baja que nos recibió en el minuto uno de la elección de la nueva legislatura de Pedro Sánchez. Una vez más, el Rey avanzó su guía: “La Constitución y España”, palabras que se repitieron una vez. Y no hay forma de bajar del camión. Es también una gran presencia de la unidad como símbolo indisoluble de nuestro país. Seis menciones en la unidad. Hay en ello una intervención monotemática y central, en cumplimiento de la Carta Magna. Tu hija Leonor es capaz de presentar sus palabras. También es una clara referencia a la “violencia inaceptable contra las mujeres”. Le acompaña una ciudad navegable e institucional con estandartes de España y Europa, la foto de la Princesa de Asturias en el Jura, un árbol de Navidad, el misterio de la Natividad y dos libros: El Museo del Prado Sí Obras Maestras. Colecciones reales.
Con un año político abrumado por el terremoto de la ley de amnistía para los implicados en el proceso Catalán, con la entrada a la calle y con la tarjeta dividida, con esta foto completísima, don Felipe inició un discurso moderado, en su papel de moderador y árbitro. Pero, también, firme y decidido en sus continuas menciones a la unidad del país. El Rey lanzó un mensaje integrador, conciliador e intergeneracional.
Leonor y la Constitución
La Constitución estableció toda la línea argumental en un discurso que duró 11:48 minutos. Fue detenido en el 45 aniversario de la Carta Magna, que el jefe de Estado ganó frente a su hija Leonor, tras haber pronunciado su juramento a los 18 años. “Uno de nuestros grandes activos en democracia es esta convivencia basada en sentimientos compartidos y la búsqueda común del bienestar”. La unidad, como concepto integrador, fue presentada a lo largo de la guía: “La unión con el transporte colectivo”, señaló.
La mayoría de las diferencias y divergencias fueron escritas con respeto: “Todo ciudadano tiene derecho a pensar, expresarse libremente y defender sus ideas con libertad y respeto a las personas, pero la democracia también necesita consensos fundamentales”. Para llamar, de nuevo, al sindicato: “Esta unión -ha dicho- debe descansar en los valores que rigen nuestra convivencia democrática, la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político”.
“Fuera del respeto a la Constitución no hay democracia ni convivencia”
Ha reforzado la monarca el papel activo que apoyó la Carta Magna en “nuestra reciente historia”: “Gracias a ella, en España conseguimos superar la división, qui ha sido la causa de muchos errores de nuestra historia (…) Superar esa división Fue nuestro principalsteelto hace ya casi 5co décadas”. Ante el tono de indignación y división, el Palacio de Cortés se precipitó a la calle, el jefe de Estado se mostró firmemente sometido: “Evitar que la semilla de la discordia se instale entre nuestro pueblo es un deber moral que tenemos que cumplir. Porque no nos lo podemos permitir”.
En esta línea de indicación de la Constitución, “como instrumento y garantía imprescindible para que la vida de los españoles pueda transcurrir con confianza”, el Jefe del Estado ha puesto nuevos ceñirnos al derecho de las leyes: “Pediremos que se respete y que mantengamos nuestra identidad, lo que definimos, lo que significa”. Y lo hicimos “que preservamos nuestra integridad como lugar de mutuo reconocimiento, aceptación y encuentro”. Y así se mencionó en su mensaje: “No hay democracia ni convivencia posible por el respeto a la Constitución; no hay libertades sin imposición; no hay ley sin arbitraje.un poco”.
En el escenario internacional, pudo resaltar el papel que jugó nuestro país en la presidencia del Consejo de la Unión Europea el semestre pasado. Pero hay un pellizco porque, en un instante, se pegó a las instituciones del Estado con su declaración: “Tenemos el deber de conducirnos con la mayor responsabilidad y procurar los intereses generales (…) Cada institución, comandada por el Rey, debe ubicarse en el lugar que constitucionalmente le corresponde, ejercer las funciones que le atribuyen y cumplir sus obligaciones.“. La polémica generada por la separación de poderes, derivada de la ley de amnistía, también está vigente en las quinielas. El Rey dijo hilado fino: “Debemos respetar a las principales instituciones en el ejercicio de nuestras propias capacidades y contribuir a nuestra consolidación y prestigio.“. Con el fin, ha dicho el monarca, “de velar por el buen número, dignidad et respeto a notre pays”.
Una mención a los jóvenes, para contarles “el legado de una España unida, cohesionada y con voluntad de entenderse”. Para concluir, don Felipe reforzó el papel de la monarquía: “España seguirá adelante (…) Lo haremos juntos. En ese camino estará la Corona. No solo es mi deber como Rey, también es mi convicción”.