lEl hombre oscila siempre entre el pesimismo y el optimismo, entre el vaso medio vacío y el vaso medio lleno, según sus estados de ánimo. Siempre llenos de paradojas, los golosos de la gestión han secuestrado la frase del revolucionario italiano Antonio Gramsci, que defendía el pesimismo de la inteligencia (de la reflexión) combinado con el optimismo de la voluntad (de la acción). Voluntarios, intentemos imaginar el 2024 trayendo buenas sorpresas.
Después de haber sufrido, en los últimos años, una crisis sanitaria histórica, una inflación récord, un cataclismo energético, sin olvidar desórdenes climáticos y geopolíticos excepcionales, no será demasiado difícil hacerlo mejor. Tomemos los cinco proyectos que heredamos de finales del año 2023.
El primero es el de la inflación. Contra las predicciones de la mayoría de economistas y analistas, se calmó más rápidamente de lo esperado, cayendo en Europa de más del 10% a finales de 2022 a menos del 3% a principios de 2024. Los optimistas tenían razón: el aumento de los precios De hecho, fue cíclico (debido al aumento vertiginoso de los costos de la energía y a la guerra en Ucrania) y no estructural. El Banco Central Europeo, que había apoyado esta idea antes de tomar violentamente la dirección contraria, se animaría a bajar sus tipos de interés en primavera, para aliviar una economía continental en probable recesión, sin esperar a que los Estados Unidos mostraran su forma. Sería una agradable sorpresa. Aunque sólo sea para el mercado inmobiliario.
El segundo proyecto es el del empleo. A pesar de la advertencia de los Cassandre, el mercado se mantiene bien en Europa e incluso en Francia, a pesar del aumento de los salarios, la caída de la productividad y el aumento de la tasa de actividad de las personas mayores, especialmente en el Hexágono. 2024 debería confirmar esta tendencia.
Resiliencia de las cadenas de suministro
La tercera buena noticia podría venir de la transición energética. El año 2023 fue el de los chinos temen por los coches eléctricos y lamentan las dificultades de la energía eólica. Este año, Renault y Stellantis ganarán impulso, con modelos más accesibles financieramente respaldados por nuevas ayudas estatales a medida. En agosto de 2023 se alcanzó el hito de las 100.000 estaciones de carga, diez veces más que el número de estaciones de servicio. La ansiedad por la crisis desaparece rápidamente. 2024 será el año del cambio a lo eléctrico. En 2023, España producirá la mitad de su electricidad con energías renovables. La energía eólica ya no es anecdótica.
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