Cuatro meses después de que grupos propalestinos ocuparan el campus de la Universidad de Columbia, el presidente Minouche Shafik enfrenta una creciente impopularidad. Las protestas relacionadas con el conflicto de Gaza resultaron en cientos de arrestos, lo que generó críticas tanto de grupos proisraelíes como propalestinos.
Shafik describió aquellos días convulsos como “un período de agitación” que dificultó la convivencia de opiniones diversas en la comunidad universitaria. En un correo electrónico al personal, reconoció el impacto que la situación había tenido en la comunidad, señalando que se habían realizado “una cantidad significativa de negocios” en la universidad.
En medio de este caos, se decidió que su partida podría ayudar a la universidad a enfrentar mejor los desafíos futuros. Katrina Armstrong, vicepresidenta ejecutiva de Servicios Biomédicos y de Salud, asumirá la presidencia interina, dijo la universidad.
Las tensiones en Columbia aumentaron en abril, cuando grupos pro palestinos protestaron y exigieron que la universidad se deshiciera de sus activos en Israel. El gobierno intentó negociar con los manifestantes, pero el diálogo fracasó. Shafik pidió a la policía de Nueva York que interviniera para mantener el orden, lo que generó aún más críticas.
Durante las protestas se realizaron detenciones y se desmantelaron los campamentos instalados por los manifestantes. Shafik anunció que permanecería en la universidad al menos hasta el 17 de mayo para garantizar que se restableciera el orden.
La dimisión de Shafik fue bien recibida por algunos, incluidos miembros del Partido Republicano, que habían criticado su gestión de la situación. Shafik, economista de ascendencia egipcia, había ocupado cargos importantes como vicegobernador del Banco de Inglaterra y presidente de la London School of Economics antes de asumir la presidencia de Columbia en julio de 2023.