Durante una larga noche de negociaciones, los ministros de Economía y Finanzas de la UE participaron en la madrugada de estos viernes para trabajar en la reforma de la normativa fiscal. Se trata, por tanto, de determinar los últimos puntos a tomar: la divergencia entre los países partidistas excluye los intereses de la decisión en el marco del ajuste entre 2025 y 2027 y los que buscan flexibilidad. Las conversaciones técnicas continúan con el objetivo de conocer algún hecho antes de final de año, según la ministra de Economía, Nadia Calviño. En consecuencia, será necesario convocar un Ecofin extraordinario para vender la reforma durante la semana del 18 de diciembre.
Uno de los principales responsables de la negociación radical hoy está en torno a los intereses del quehacer informático a la hora de calcular los objetivos de ajuste de cada país. Francia e Italia avanzan hacia la flexibilidad. La propiedad de París es genial con el rechazo de los pequeños frugales. Los Países Bajos, Finlandia, Dinamarca, Suecia, Austria, Luxemburgo e Irlanda son explotados hasta el punto de excluir los intereses de la decisión del cálculo de las medidas de ajuste estructural.
Las normas tributarias, que quedarán suspendidas por la pandemia, se aplicarán en enero de 2024 y se deciden en un contexto de altos tipos de interés. Es por ello que París y Roma han defendido que, durante los tres primeros años, hasta 2027, no incluyan los intereses de la deuda en el cálculo del despilfarro, la variación del margen en términos de incentivos y reformas.
Además, el último texto propuesto sobre la medida dará un paso más hacia ese objetivo de déficit ante la sombra del 3% del PIB que reclama Alemania. Tras el encuentro con este joven, el texto prevé que los países con una deuda superior al 90% deben tener impuestos del 1,5% sobre el PIB, mientras que esta deuda está entre el 90% y el máximo del 60% sobre el PIB pueden fijarse un objetivo de déficit. del 2%. Un cambio respecto a la versión anterior, que establece un 1,5% en el resto de casos y que molesta a los países menos endeudados.
Esta contribución fiscal era una de las necesidades de Berlín, al igual que la de salvaguardar la deuda. La revisión prevé una reducción anual de la deuda del 1% para todos los países que superen niveles del 90% del PIB, y del 0,5% en los casos en que los pasivos estén por debajo del 90% pero en la sombra del 60% del PIB.
Las nuevas normas tributarias establecen paquetes de ajuste individualizados para cada país que garantizan una trayectoria descendente sostenida de la deuda. La Comisión Europea se fijará en el envío de gas a países, que no podrán acumular viaciones superiores al 0,75% durante el periodo de ajuste de cuatro años ni siquiera al 0,5% durante el año. En caso de enviar estos envíos por encima de estos paraguas, la Comisión puede abrir una investigación y, si lo considera, procedimientos por déficit excesivo a los Estados miembros que lo han previsto.
La velada informal de los jóvenes de la noche promete ser larga. Parte de la propuesta de que España podría estar sobre la mesa, como presidencia rotatoria del Consejo de la UE y árbitro de las negociaciones, y se mostró convencida de tener altas horas de madrugada. Las diferencias durante estas horas de conversación se mantuvieron: Francia tenía más flexibilidad para el ritmo de reducción del déficit y, con Italia, tenía en cuenta los intereses de la deuda para calcular el ajuste del déficit estructural.
Entre estos puntos de tensión, el ritmo de reducción del déficit del 0,5% anual es radical, para los países que superen la sombra del 3% del PIB, que figura en la propuesta del partido desde la Comisión Europea. El nuevo ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, reconoció que la madre de los jóvenes había aceptado las peticiones de Alemania, pero necesitaba más flexibilidad para las revocaciones. En concreto, para todos los países que abren procedimientos de déficit excesivo, Le Maire exigió poder realizar un ajuste del 0,3%, en lugar del obligatorio 0,5% que usted indicaba en la propuesta de la Comisión, ya sea que se lleven a cabo reversiones y reformas estructurales durante el período de ajuste de cuatro años.
De hecho, Francia y Alemania, el motor de toma de decisiones de la UE, han estado negociando en los últimos meses en paralelo con sus homólogos europeos con el objetivo de actuar en materia de reformas. A la luz del encuentro, el 90% del texto es consistente con ambos países, sin embargo, se deben concluir todos los elementos.
El 2024 marca el inicio de la aplicación de las normas tributarias tras haber sido suspendidas durante la pandemia, con la activación de la cláusula de escape. La revisión se planeó como necesaria después de que los años de crisis financiera demostraran que la gobernanza económica anterior no era realista en su aplicación.
Con la intención de abordar la política de austeridad, se implementó una reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento buscando una nueva fórmula más flexible, con espacio para retrocesos y sin limitarse a ajustarlos como en la versión anterior. La propuesta de la Comisión Europea incluye planes de ajuste individualizados para cada país, negociados con Bruselas, durante cuatro años, prorrogables en determinados lugares si se dan marcha atrás. La vigilancia ejercida por la Comisión Europea se centra en limitar el desperdicio.
La revisión, según Calviño, simplifica la gobernanza económica porque los aviones son centrales con un único indicador de seguimiento: el envío de combustible. Además, garantizar que el sistema permita espacio para inversiones mientras se reducen los niveles de deuda pública.