Tras el nombramiento de Gabriel Attal como primer ministro, el nuevo gobierno esperaba

¿Cuáles son los comentarios de los docentes, los padres y los sindicatos de la Educación Nacional tratados de manera muy arrogante?

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Los sindicatos docentes reaccionaron muy rápidamente y, sobre todo, lamentan un cambio repentino a mitad del año escolar que requiere «empezar desde cero» con un nuevo gerente. Con la salida de Gabriel Attal, la educación nacional, el primer presupuesto estatal, el mayor empleador del país, un ministerio que garantiza la educación de 12 millones de niños y que se enfrenta a una profunda crisis de contratación que genera tensiones en cascada para el sistema escolar, tendrá su cuarta ministro desde 2022 (Jean-Michel Blanquer, ministro durante el primer quinquenio de Emmanuel Macron, Pap Ndiaye, Gabriel Attal y, por tanto, su sucesor). El nuevo Primer Ministro habrá sido así uno de los inquilinos más efímeros de la Rue de Grenelle en el Vmi República. Guislaine David, presidenta del primer sindicato de escuelas primarias, SNUIPP-FSU, afirmó: «enojado» por la forma en que son tratados “el Ministerio de Educación Nacional y por ende todo el personal”.

Más allá de esta incompatibilidad entre el «tiempo escolar», hasta ahora largo, y el de la carrera política, varios sindicatos también han criticado el historial de Attal, que se basa esencialmente en anuncios de proyectos que no tienen traducción concreta por el momento.

“El ministro hizo muchos anuncios, algunos de ellos efectistas, sin abordar las preocupaciones cotidianas de los compañeros como los salarios, las clases superpobladas, la falta de reemplazantes, la inclusión sin medios…lista Sophie Vénétitay, secretaria general del SNES-FSU, el primer sindicato de escuelas secundarias. Al final, por la sensación de que la educación nacional ha servido principalmente de trampolín y por la pregunta de cuántos ministros más serán necesarios para hacer un balance del estado actual de las escuelas. »

Éléa Pommiers